En La Galvana estamos contentos. La vida que hay en el huerto cada día nos impresiona más: abejas, avispillas, el esperadísimo Bombus Canariensis (el abejorro de culo blanco), orius, arañas y muchos pequeños amigos que pululan a sus anchas por allí. La biodiversidad es tan abundante que las plagas están reguladas en este precioso ecosistema. Da gusto estar allí.
En esta imagen, un tagete en flor. Qué colores!. Pero no solamente es bonito. El tagete, o clavel moro, tiene una particularidad en su raíz. Tiene la facultad de ahuyentar a los nemátodos, especialmente voraces con las verduras que tengamos plantadas en nuestra huerta.
Gracias a una buena alimentación y riego, esta planta de calabacín está creciendo muchísimo...
Y ya se ven sus frutos...
Y como no paramos, acabamos de terminar de plantar en pocetas un grupo de calabacines que se han adaptado muy bien puesto que aún estando las plántulas muy débiles tras el trasplante, éstas parece que van cogiendo mucha fuerza.
En esta imagen, aparte del magnífico entorno en el que se encuentra la huerta, también se aprecia la construcción de lo que será el entutorado de los pepinos que acabamos de plantar. A falta de un muro por el que puedan trepar nos pareció genial la idea de montar algo así. Ya iremos viendo cómo funciona.
En esta última imagen, la alegría de la huerta. El bombus Canariensis polinizando la flor del calabacín. En la imagen no se ve, pero tenía el lomo completamente amarillo por el pólen. Así es como debe funcionar la naturaleza.
Hasta la próxima!! Y feliz fin de semana!
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